Este proyecto crece en una tierra que supura historia, donde el agua dibuja la silueta de sus calles olor arrayán. Un lugar que se vence a los pies de la Alhambra para asomarse a cada una de las ventanas que la coronan.
Débora Segovia plasma esta influencia árabe a través de sus colores y geometrías para dar paso a una obra donde no sólo lo estético prevalece, también su discurso.
Estas metafóricas ventanas quieren abrir la imaginación de todo aquel que las contemple con un enfoque optimista.
Mediante piezas únicas y de edición limitada, estas obras de arte invitan a la reflexión, la crítica y la lucha. Una bandera gráfica que representa una sociedad sellada por la voz de la actualidad.